Un sencillo instrumento para ahorrar luz o simplemente para que los niños del hogar dejen de apagar y prender luces de la casa a la iba y a la deriva, igual que los ratones.
Este producto del joven diseñador freelance Josselin Zargouche, radicado en París-Francia (nada de tonto), se tomó muy en serio el daño ecológico del calentamiento global, y la única forma de detenerlo es por la fuerza.
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