13 mar 2011

Cómo lidiar con la Sobrecarga de información



Hoy estamos en una era de la espontaneidad informativa, ya no tenemos que esperar horas o largos minutos para confirmar un hecho, catástrofe, sucesos, y todo lo que pueda vincular a un verbo. Todo está en tu poder, la información es poder, pero muchos no saben que hacer con todo el constante bombardeo de los medios de mensajes que muchos pasan desapercibidos.

Para el bien de todos los fieles a mi blog, me he encontrado con un excelente artículo sobre "Cómo lidiar con la sobrecarga de información" y acá les dejo este artículo, que espero tomen en cuenta como yo lo estoy haciendo:

En la era de la información, acceder a ella es cada vez más simple y rápido. Al mismo tiempo, la cantidad de información disponible es abrumadora, y muchas veces sufrimos de algo llamado “information overload” o bien, sobrecarga de información. Existen tantos medios, tantos blogs, tantos portales, ebooks, libros, etc., lo cual facilita que nos empapemos de nuevo conocimiento cada vez que leemos un artículo, un blog o un libro. Pero, ¿de qué sirve tanta información?

Primero, veamos cómo lidiar con la sobrecarga de información a la que nos vemos expuestos día a día . He recopilado algunos consejos que pueden ayudar bastante.

1- Diferenciar entre lo que es importante y lo que no. Parte del problema es no saber distinguir lo que es importante para nosotros y lo que no nos afecta directamente. Si no tiene que ver con tu área o con lo que te interesa en tu tiempo libre, entonces no agregues a tu Google Reader cada sitio que encuentras sólo por el afán de saber de todo. ¿De dónde viene la información que obtienes? Si son demasiadas fuentes (Twitter, Facebook, newsletters en tu e-mail, RSS, favoritos, etc.) debes establecer prioridades y eliminar las que no necesitas. Finalmente, el único afectado serás tú al ver cómo el exceso de información afecta tu trabajo y tu tiempo libre. El tiempo es un recurso escaso y definitivamente no renovable. Debemos cuidarlo y saber invertirlo en lo que realmente trae un retorno para nosotros, información que podamos convertir en conocimiento. Haz una lista sobre los temas que necesitas saber por motivos profesionales o de trabajo, y luego una lista de lo que te interesa saber porque te gusta, y no necesariamente porque necesitas saberlo. Luego compáralo con tus RSS y suscripciones para comprobar que no estás recibiendo algo que en realidad no cabe en ninguna de las categorías que deberían interesarte.

2- Limita tus fuentes. Ahora que tienes claros los temas, empieza a limitar las fuentes desde las cuales los estás recibiendo. Si sigues muchos blogs sobre tecnología en tu Google Reader, por ejemplo, y dichos blogs repiten la misma información, o notas que uno es más leído y más confiable, entonces limítate a aquél y deja de consultar los menos relevantes. En cuanto a la información que recibes dentro de tu e-mail por parte de newsletters, cancela tu suscripción a aquellas que raramente leas. Esto te ayudará a evitar el constante bombardeo y a alivianar tu carga de información.

3- Organiza tu tiempo. Este punto es muy importante. Aparte una o dos horas en tu día para dedicarte a leer RSS, e-mails, blogs, mensajes personales, etc. El hecho de estar constantemente interrumpiéndote a ti mismo a cada minuto hace decaer enormemente tu concentración y productividad. En cambio, si organizas tu tiempo y pones un horario específico en el día para esta actividad, te sentirás mucho más aliviado. Una buena manera de hacerlo es por la mañana. Aparta una hora en la mañana para leer tus RSS e e-mails más importantes. Luego deja otra hora en la tarde para revisar nuevamente. Optimiza de la mejor forma el tiempo que pasas en redes sociales. El resto del día intenta concentrarte en tu trabajo, tus proyectos, tus hobbies y tu familia.

4- Toma Tiempo Libre. Desconéctate por completo y no busques nueva información a menos que sea vital, especialmente el fin de semana. Trata de no leer e-mails de trabajo ni revisar tus RSS. Deja que tu mente se relaje y deje de sentirse colapsada.

5- Aprende a priorizar. Aunque hayas borrado ítemes de tus RSS o hayas cancelado tus suscripciones a varios newsletters, es probable que aún así no encuentres suficiente tiempo para leerlo todo. Guíate por las listas de prioridades que hiciste con anterioridad y establece las que deben llevarse el máximo de tu atención.

6- Crea sistemas. Tan simple como utilizar tags y filtros en tu e-mail para que cada mensaje que llega a tu inbox se vaya a su propia carpeta. En tu lector de feeds, crea carpetas para clasificar toda la información que te llega. Vale la pena tomar el tiempo para hacer esto.
Algo que dejé de hacer hace un tiempo es dejar de ver los noticiarios o los periódicos a menos que haya una noticia de carácter mundial que requiere mi atención. En lugar de ver las noticias en la televisión, veo rápidamente lo que comentan mis contactos en Twitter o Facebook. Si hay un tema importante, entonces reviso más a fondo y me informo sobre el tema. Si no es relevante para mí, lo ignoro. Muy rara vez leo el diario, ya sea offline u online. Si algo ocurre en el país o en el mundo que requiera mi atención, me enteraré por otros medios. Y si estoy demasiado desconectada, entonces lo soluciono preguntando abiertamente en Twitter “Qué ha pasado en el mundo los últimos días?”. Inténtalo! Te aliviará de enterarte de muchas cosas que no aportan a tu vida, y que quizás te depriman.

Aprendamos a gobernar la información y que no nos colapse, o como ya se ha tocado el tema en todo el post, a que no nos sobrecargue la información. Hay que saber manipularla para beneficio personal y que también ayude a los que te rodean.

Fuente: Carolina Millan

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